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LOS MUERTOS

Hoy, después de muchos días, vamos a salir a la calle con precaución pero sin miedo. Empezamos el regreso a una normalidad de incierto futuro. La vida vuelve a estar ahí, a un palmo de nuestras narices y nos precipitamos sobre ella con alivio y sin remedio. Yo quiero sin embargo suspender un instante este reencuentro. Detener el tiempo el par de minutos que dure la lectura de este

NO ES LA GUERRA SINO LA PAZ

Soy escritor y defiendo –cómo no– el uso de las metáforas para facilitar la comprensión de situaciones complejas. Es una de las grandes virtudes de las lenguas y en España, especialmente en Andalucía, somos metafóricos a más no poder. Así, una persona atractiva es un bombón, una fea un callo malayo, con cada problema nos comemos un marrón y el vecino de arriba está “grillao”,

EL FUTURO

Leo en artículos y escucho en tertulias especulaciones varias sobre el futuro que nos espera como país y como humanidad. Hay quien dice que esta crisis va a influir de un modo definitivo en el cambio los modelos laborales, la geopolítica e incluso en nuestra forma de ser. No tengo yo la bola de cristal tan afinada. Sí parece claro que estamos sumergidos en una nueva crisis económica y,

CONFINAMIENTO ESPAÑOL

Hay que ser muy corto de entendederas para creer –o hacernos creer– que los virus responden a banderas o, lo que es lo mismo, que la muerte tiene patria. “El virus chino, el virus chino” repetía Trump hace una semana para desprestigiar al enemigo. Pues muy bien, el virus chino ya es más americano que el Tío Sam, ¿y ahora qué? También Ortega Smith, otro gran pensador, nos advirtió

CONTRA EL CORTOPLACISMO

Me he parado a pensar sobre mi percepción del Covid-19 a lo largo de estos meses. Desde las primeras noticias hasta hoy he sufrido un proceso de asimilación, creo, muy similar al resto de ciudadanos. Primero fue la indiferencia y el encogerse de hombros, luego la ignorancia que mezclaba los chistes malos con la conmiseración por las víctimas; más tarde llegó la incredulidad ante el

YO NO QUIERO EL DINERO DEL REY

Una de las cosas que más socava una democracia es mezclar en un mismo redil a churras y merinas. Lo dice el refrán popular, pero también lo explicó Montesquieu en “El espíritu de la leyes”. El agua y la electricidad mejor separados. Destinar un presunto dinero ilícito a algo tan importante como la sanidad pública me parece un despropósito bastante infantil. Seguro que bien